Es Octubre, y en mi casa eso significa que la fiebre
del béisbol está más fuerte que nunca. No importa si “nuestros” equipos no
llegan a las finales. Todas las mañanas revisamos los resultados y en la noche,
hablamos de las clasificaciones y los playoffs dominan la plática en la cena
Ya sea que el amor por el juego se extienda a ser parte
de una multitud en un gran estadio de béisbol de la liga, disfrutando de un
juego en la televisión o como yo alentando a un equipo, lleno de energía de las
pequeñas ligas, el béisbol es mejor si se disfruta en compañía de deliciosas
palomitas. Hace unas semanas estaba encargada de llevar la botana para el
equipo, así que lleve una bolsa enorme de palomitas; los niños no podían estar
más felices y se lo devoraron.