A mediados del Siglo XIX, con el uso del arado
aumentó la siembra de maíz en los Estados Unidos. Sin embargo, el maíz palomero
empezó a ser cultivado como una cosecha valiosa para el mercado hasta 1890.
Desde entonces, trajo suficientes ingresos a
los agricultores como para ganarse el sobrenombre de "oro de las
praderas". La mayoría del maíz palomero del mundo se produce en Estados
Unidos, principalmente en los estados de Illinois, Indiana, Iowa, Nebraska,
Ohio y Texas, donde la planta crece bien en los veranos cálidos y soleados.
La primera máquina móvil para hacer palomitas
de maíz fue inventada por Charles Cretors en 1893, esta fue diseñada con la
idea de poder llevarla a cualquier lado y así poder vender las palomitas de
maíz en cualquier lugar donde fueran requeridas.
EL único problema que presentaba era su peso
aproximado de 200 kilos, y debía ser empujada por dos personas o jalada por
algún animal de carga, los vendedores callejeros llevaban las máquinas a
ferias, parques y exposiciones.
Con la invención del cine a principios del
Siglo XX, las palomitas se convirtieron en el snack preferido para ver las
películas y se creo una alianza inseparable,
los vendedores se instalaron afuera de las salas cinematográficas y
ofrecían sus productos a las personas que estaban por entrar a disfrutar de una
película, aunque en un principio los propietarios de los cines, las
consideraban una distracción.
Algunos dueños de cines vieron la oportunidad
de hacer negocio y propusieron a los vendedores instalarse adentro, repartiendo
las ganancias, no pasó mucho tiempo para que los cines instalaran sus propias
máquinas de palomitas y surgieran las modernas dulcerías con las que cuentan
actualmente todos los cines.
Durante la época de la Depresión, uno de los
pocos lujos que podían darse las familias de vez en cuando era comprar una
bolsa de palomitas de maíz, por 5 ó 10 centavos de dólar, mientras otros
negocios fracasaban, el de las palomitas salía adelante, durante la II Guerra
Mundial, Estados Unidos enviaba grandes cantidades de azúcar para sus tropas al
extranjero y no quedaba mucha para hacer dulces, gracias a esta particular
situación, los estadounidenses consumían tres veces más palomitas de maíz que lo
normal.
El maíz palomero fue un ingrediente clave para
muchos de los experimentos de Percy Spencer, inventor del horno de microondas.
Uno de los primeros usos que se le dio fue justamente hacer palomitas de maíz.
Actualmente, la gran mayoría del maíz palomero
que se vende para el consumo en los hogares viene dentro de una bolsa de papel
doblada de manera especial, junto con el aceite, la sal y los condimentos
necesarios para prepararlas en el microondas.
Casi toda la producción de maíz palomero se
destina al consumo humano para hacer palomitas o rosetas de maíz, que también
se conocen como pochoclo en Argentina, poporocho en Belice, crispetas en
Colombia, rositas de maíz en Cuba, cabritas en Chile, poporopo en Guatemala,
canchitas en Perú y cotufas en Venezuela.
Las palomitas de maíz naturales son ricas en
fibra, que ayuda a la buena digestión; altas en carbohidratos, que proporcionan
energía; bajas en grasa, libres de sodio o azúcar y con muy pocas calorías, lo
que las convierte en un alimento muy saludable, obviamente, con demasiada sal y
mantequilla o caramelo su valor nutricional cambia, por lo que hay que
considerar las porciones adicionales de sodio, grasa y azúcar, lo ideal es usar
con medida estos ingredientes y, en el caso de las palomitas empaquetadas,
seleccionar las naturales o bajas en sodio y grasa.
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